Ayer tocó otra de las rutas top que tenemos en Granada, la Carretera de la Cabra, que ya hemos hablado alguna vez de ella, esta vez de subida después de haber bajado por otra carretera increíble a la costa a echarnos un helado en Almuñécar. Cada vez que subo por esa carretera es una experiencia inolvidable.
Ayer con mi compañero de rutas y su Macbor.
Macbor Montana que me dejó probar un rato y os puedo contar sensaciones, siempre comparada con la mía.
A ver, para empezar diré que es una moto muy cómoda de postura, una trail al uso con las estriberas mucho más adelantadas que mi moto, una suspensión blandita (aunque es regulable, incluso la horquilla) y una postura de manillar que puedes regular bastante porque tiene mucha altura. Luego los materiales no están mal, no son top pero tampoco son de aquellas motos chinas de hace 10 años que eran plásticos que crujían por todas partes.
Me sorprendieron los frenos con doble disco de Nissin mucho más inmediatos que los míos, quizá demasiado.
Y luego el motor, aunque vibra me esperaba más (tened en cuenta que mi Honda no se nota ni el motor de lo fino que va). Tampoco pude probar "prestaciones" porque fue un ratito.
Lo que no me gustó nada fue la regulación que tiene del acelerador (supongo que las mariposas de admisión), funciona ON/OFF, casi me salto por encima de una rotonda
. No se si será esta unidad en concreto. Mi compañero me dice que eso él lo va controlando con el embrague, pero la verdad es que muy incómodo, y más viniendo de un acelerador electrónico que funciona al milímetro. Pero aunque no hablemos de electrónico en ninguna de mis motos con cable había visto semejante cosa.
En fin, una motillo término medio con buen precio y que está dando muy buen resultado en cuanto a fiabilidad. Pero que tiene sus cosas...