Pues aquí está, en el garaje por fin.
Después de dos horas dando vueltas por el polígono con poco tráfico y haciéndome a la moto en el parking del Lidl, conseguí llegar a una gasolinera y luego a mi casa.
Reconozco que cuando el vendedor sacó la moto y me dijo, adelante, llévatela, me entró un miedo en el cuerpo que me paralizó.
Pensé, tío, te sabes la teoría, estás harto de ver vídeos, sabes cómo funciona y lo que tienes que hacer.
Pero nada más arrancarla se me caló, y otra vez se volvió a calar, y una vez más.
Yo ya nervioso perdido porque encima venían coches por la vía de servicio. Mi amigo se bajo de su moto y vino a darme cuatro consejo, y sobre todo me cogió los brazos y me dijo RELÁJATE, que tienes los dedos como garras en una rama.
Abrí la visera (las gafas se me empañaban demasiado en cada exhalación y no veía apenas), abrí todas las ventilaciones del casco y la chaqueta, me estaba cociendo de nervios. Volví a repetir cada paso, pie derecho a estribera, maneta de freno cogida, agarra embrague y engrana primera, manten embrague y busca su punto de empuje, gira levemente el acelerador...
TIRONACO EN PRIMERA, me asusto y otra vez calada.
Coches pitandome, yo ya no sabía que hacer, pongo los warning y me aparto dando saltitos con las piernas, muy cómico todo.
Consigo arrancar y ya meto segunda, la moto coge velocidad y se estabiliza sola, el aire es agradable, consigo relajar un poco los brazos, estoy a gusto.
Llegamos a la primera rotonda, MAL, TODO MAL. me meto en segunda pero voy despacio, demasiado, tengo que corregir la dirección mientras corto gas porque miro a los coches que estan en la entrada a la rotonda y me voy hacia ellos. Oigo por mi izquierda "MIRA LEJOS! NO A LOS COCHES!" exacto, miro lejos y me inclino un poco, la moto hace la rotonda, aunque no salgo por donde quería jajaja.
Me di cuenta en seguida que en cuanto cojo velocidad es una gozada, puedes relajarte y la moto tiene mucha estabilidad, me transmite seguridad, traga de maravilla los resaltos y los baches.
Todavía no he usado el freno trasero, solo el delantero y la verdad es que frena bien, tampoco he pasado de 80. Y he llegado a meter quinta!
Cuando me veía agobiado pues me arrimaba a algun cruce al bordillo y warning. Para respirar un poco y ver a dónde quería ir, por el tráfico.
Los coches se me encimaban muchisimo y me han pasado por mi lado muuuy cerca varias veces, es increíble la poca empatía que tiene la gente, porque se me veía que no controlaba demasiado pero iba al ritmo de los demás, en linea recta no estorbaba y aún así me hacían la pirula. Si no me toñé varias veces fue porque al frenar podia poner los pies en el suelo y aguantar la moto.
Comprendo que soy un peligro andante ahora mismo y tengo que practicar muchísimo, pero agobiar a un motorista de esa manera solo puede provocar accidentes serios.
La aventura de meter la moto en un -2 de un garaje enorme comunitario es digna de estudio. Para empezar el porton se abre estando en la plancha magnética de reconocimiento a MITAD DE LA CUESTA ABAJO, bastante pronunciada de hecho. Hay que llegar, pararse y darle al mando.
Pues llego, piso freno trasero, pero no es suficiente, la moto lentamente vence hacia abajo, agarro maneta pero necesito ambas manos para coger el mando, y digo coño, hago la del coche, meto primera y calo la moto. Efectivamente mano de santo, sin problema. Pero no sé cómo de perjudicial para la moto es hacer eso cada vez que entre al garaje.
Después, meterla en la plaza estrechita fue difícil de primeras porque me tengo que bajar de la moto y hay poco sitio para moverla y rodearla, casi se me cae en parado varias veces.
Bueno, acepto consejos y críticas chicos, estoy para aprender.
Los primeros 10 minutos le dije a mi amigo que igual me arrepentía un poco de la compra por puro pavor, pero al volver a casa sentía que tenía ganas de volver a subirme en la moto...
Y aquí unas imagenes jaja




