Os comento una review que hice de la moto este verano, tras alcanzar unos 4.000 km recorridos. Destacar que la moto ya tiene, a fecha de hoy, casi 7.000 km y va francamente bien. Ningún problema reseñable y un escuálido consumo de entre 3,5 y 4 litros a los 100 a mis velocidades de paseo legales, aunque siempre cae alguna estiradita para ver cómo responde la bicha.
"Bueno, compañeros, tras unos 7 meses y más de 4.000 km con la SS900 ya me considero capacitado de dar una opinión sobre la moto. La opinión creo que valdría también para la ST900, ya que comparten motor, salvo las diferencias estéticas, y podría aproximarse a la nueva T100 que también lleva este mismo motor (65 CV).
La moto, estéticamente, no la vamos a descubrir. Sencillamente, no hay nada en el mercado parecido. Ni los japoneses, ni los italianos tienen nada en su catálogo semejante, al menos en estas cilindradas. Si, ya, está la NineT Scrambler, pero tampoco. Esa estética clásica con el escape a media altura, que yo sepa, es exclusiva de la marca británica. Puede gustarte o no, que generalmente, gusta, pero es única.
Una vez superada la estética, viene lo demás. Ciertamente, no es una moto pensada para ser práctica, como ninguna naked, pero esta, un poco menos. La elaborada estética se cobra su tributo en forma de dificultad de acceso mecánico a muchas partes de la moto, y más dificultad para instalar accesorios que te hacen el día a día más fácil. Vale, podemos aceptarlo, como dice el proverbio "para presumir hay que sufrir".
La moto se ve bien hecha. Pintura, forjados, tornillería, ajustes, cableados, piñas, remates. En general, desprende calidad, sensación de robustez y de soportar bien el paso del tiempo. Tiene pocos plásticos, prácticamente un par de tapas laterales y el guardabarros delantero y trasero de plástico duro, aparentemente de buena calidad, bien. Bueno, en el caso de la SS, me dejo para el final la broma de la quilla - cubre chasis delantero de plástico duro, un mero adorno.
Pasamos al meollo de la cuestión: Tacto y comportamiento. La moto pesa, pesa mucho. Según ficha técnica 220 kg en orden de marcha, que probablemente serán algunos más, y no digamos con accesorios instalados. El ángulo de giro es muy reducido, la altura del asiento es baja, y menos mal, si no sería un serio problema para los menos altos. El asiento no es muy ancho, pero con el escape lateral, te obliga a espatarrarte más de la cuenta, con lo que si, es baja, pero ojo, que como tengas que remar con los pies arrastrando los 220 kg, o plantas bien los dos pies en un suelo firme, o si no, problemas. Si intentas mover la moto descabalgado, más problemas. De serie, no hay manera de agarrarla bien de la parte de atrás. Tienes que hacer cabriolas con la mano derecha y agachar la espalda, lo que hace la maniobra muy incómoda y propensa a alguna lesión como fuerces la espalda o el brazo-hombro derecho. No puedes hacer fuerza, y no olvidemos el peso muerto de la moto.
En movimiento. Lo primero que llama la atención, para quienes no conozcan la moto, es la tremenda fuerza y empuje que tiene a bajo régimen. Es como un tractor de dos ruedas. El cambio es algo ruidoso, pero preciso y contundente. Las marchas entran bien, el enclavamiento es muy certero, el embrague es suave. Todo bien. Subimos de rpm, el sonido del motor es de los más conseguidos y bonitos que recuerdo en una moto de serie. Es un bramido grave, ronco, con leves petardeos en retenciones. Suena a motor gordo, poderoso... Seguimos subiendo de rpm y la moto cabalga a regímenes más propios de coche que de moto. Sobre 2K a 3K la moto va de fábula, tiene fuerza, tiene empuje, casi no hace falta subir más... siempre que te baste circular a velocidades de 60 a 90 Km/h. Vamos a ver lo que es capaz de dar, seguimos subiendo... Al pasar de 4K rpm la moto te avisa, con una vibración en los reposapiés, de que quizá estés acelerando más de la cuenta, pero sigue subiendo y empujando, aunque a medida que sube de régimen, va perdiendo fuelle. Va cogiendo velocidad, pero perdiendo empuje y par motor a ritmo acelerado. Es de esos motores que cuando más le aprietas, menos a gusto se encuentra, no te incita a "darle más", sino a todo lo contrario, es como si se desfondara en seguida. Te acabas el motor en un suspiro. Da la impresión, bueno no es impresión, es realidad, de que solo tiene bajos y algo de medios y nada más. Ya no entro en tema de velocidades y tal porque en esta moto no tiene mucho sentido, digamos que si le aprietas coge velocidad, pero la forma de hacerlo y la impresión que te da es de que "no anda", es una moto de paseo, aunque lleves un grande y pesado 900. Parece un motor de moto custom pero en formato naked-scrambler. Eso sí, con un bajo consumo y sensación de robustez. Los frenos, al menos en la versión con pinza delantera Brembo, bien. Digamos que no va sobrada, pero para las prestaciones de la moto, cumplen. La moto se siente aplomada y estable, al menos a las velocidades a las que se debería circular con ella. No es especialmente ágil en los cambios de trayectoria y apoyo, pero volvemos a lo mismo, para los ritmos para los que está pensada, vale (hay que meterse en la cabeza que es una 900 pero no anda, ni va, como lo que se espera de una naked de 900).
Rollo Scrambler. Teóricamente es una moto concebida con un cierto "doble propósito", y no dudo de que en buenas manos, como casi todo, con esta moto se pueda hacer un auténtico "doble propósito", como dicen los latinos. Para el usuario, digamos normal, es casi un desafío meterse en pistas o caminos que no conozcas con esta moto. Su alto peso, reducido radio de giro y falta de puntos de agarre hace que cualquier maniobra en parado sea una prueba de fuerza y destreza física. Conducir de pie en zonas muy irregulares es incómodo por sus estriberas pequeñas y el escape lateral, que dificulta mucho la postura para la pierna derecha. Su baja altura libre al suelo, neumáticos mixtos, pero claramente enfocados al asfalto tampoco ayudan... Y para pistas sin pavimentar y en buen estado, no hace falta una Scrambler, se podría ir con cualquier moto de asfalto, o scooter, con un poco de cuidado...
Bueno, estas son mis impresiones, lo más objetivas posibles que tengo sobre la moto. No sé qué pensáis, los que la tenéis, o los que tenéis una ST o T100. Entiendo que esto es como todo, sobre gustos... Digamos que, todo lo anterior se podría resumir en que "es una moto bonita, ilógica e impráctica, pero única y de fuerte personalidad". Quizá ese sea el gran atractivo para muchos de nosotros, que su irresistible personalidad sobrepasa a todas las demás carencias... Ahora bien ¿qué es una moto, estética o sensaciones?".