No hay un duro. Entre poco más o menos 15 millones se mantiene un país de 48 (los funcionarios no aportan a la caja, económicamente, me refiero, ni parados, ni jubilados etc). Hacer las cuentas, 5 millones de conductores que lo paguemos -esto huele a viñeta, aunque no descartaría peajes para hacer atasco en cualquier momento y poder dar la concesión a alguna empresa necesitada que además pague impuestos en el extranjero, si los paga- a 100 euros, 500 millones de euros. Y un par de millones de extranjeros, una pasta. Ahora suma los que tengan más de un vehículo, camiones, furgones, motos... Se plantan en 2000 millones de euros en nada. Si esa pasta fuera a sanidad y educación y otra parte a mantener la red vial, pos oye, hay que activarse. Pero se irá al observatorio para la igualdad de carreteras, carreteros y carreteres o al de ni una plaza sin bandera rojigualda, según quién gobierne. Esto ya se rumoreaba en tiempos de Rajoy, darlo por hecho antes del 2030. Lo normal es que las rondas y accesos a zonas industriales estén exentos.