Es curioso si, además, parece que gira el rostro hacia mí y mueve un brazo en mi dirección. No obstante, el juego de sombras de las velas y la falta de fotografías desde varias posiciones (en esa dirección) podría habernos aclarado las malformaciones de esa pared o desperfectos.
Por cierto, la kdd en Belchite fue una experiencia reveladora, un bautismo en toda regla