Creo que tanto propios como ajenos lo más relevante es analizar porqué, cómo ha sucedido el accidente. De este modo se puede dirigir la atención al origen y ver qué podemos hacer con ello.
Hace muy poco viví el accidente de alguien del grupo que me acogió en Madrid. Íbamos bien, tal vez algo rápidos, y la moto en cuestión se metió en una curva por la trazada adecuada, pero pilló gravilla y tuvo una caída (en este caso de poca importancia).
A la vuelta me quedé flipado de la entereza de la accidentada que incluso con lluvia iba super fina cogiendo las curvas. Olé sus ovarios.
Los tal vez y los y si.... son malos consejeros en estos casos, porque ¿y si iba demasiado deprisa?¿y si iba demasiado tumbada? Tonterías que tendemos a pensar pero el problema fue ir por una carretera desconocida que estaba sucia.
Ante cualquier situación que nos impacta, el cerebro, muy cabrón, reacciona. En este caso el instinto de supervivencia te dice que ojito, pero, ¿en qué circunstancias tuvieron esos accidentes cercanos? (voy a divagar, no me lo tomes a mal).
¿Podía haberse evitado el accidente de algún modo?¿Error del motero o de otro conductor?¿Influyó ir en grupo y conducir por encima de sus habilidades de conducción?¿estaba concentrado o distraído?¿neumáticos en buen estado?¿estado del asfalto?¿presencia de elementos deslizantes?¿dominio insuficiente de la moto?¿recién cogida la moto (inexperiencia en general, novato, o en concreto con esa moto)?¿donde se posiciona en las curvas?¿se mete en el carril contrario?¿carácter de la persona, tan peligroso el temeroso como el temerario? No sé, es lo que se me ocurre por ahora.
Es jodido porque es una cuestión mental. Si te afecta de modo que vas más concentrado en no pegártela que en disfrutar, haz una relajación consciente antes, tómate las próximas rutas con calma, protégete bien, y si "no te ves" saliendo de ruta ese día, pues no pasa nada, no salgas!!!
Venga, ánimo y tranquilidad!