Por un lado pienso como la mayoría de comentarios que leo hasta ahora, pero por otro también le doy mucha razón a lo que dicen riujanna o Alamo80.
La dgt se pasa 3 pueblos. Sí. Pero es que los conductores también. A mí el mes pasado me adelantaron 1 vez en línea continua, el muy capullo si llega a apurar más la frenada se va recto y se estampa contra otro que venía por su carril (carretera de montaña con curvas) y otra casi me como de frente a un quemao que venía por mi carril adelantando también en continua. Casi me salgo de la carretera y pierdo el control del coche por su culpa.
Si al menos la dgt se gastara el pastizal que recauda en corregir puntos negros, señalizar mejor, mantener el asfalto en condiciones, investigar pinturas no deslizantes, construir pasos para que los bichos puedan pasar por debajo o por encima y no encontrarte un jabalí o un corzo de repente, etc. pues mira, me atrevo a decir que no lo vería mal que dieran tanta caña y recauden tanto, si se lo gastasen en cosas útiles. Pero es que no se lo gastan en eso. Así que para qué.
Y mientras les sigamos dando motivos seguirán comprando más Pegasus. Porque no es una minoría la que la va liando, es mucha gente. Y hablando de moteros, cualquiera que frecuente zonas como la de la cruz verde en Madrid verá lo que pasa allí cada fin de semana.
Un ejemplo. Un vídeo como este lo sacan en el telediario y la gente pide a gritos más Pegasus... y con razón? Pues lamentablemente sí.
[youtube]BtwvKhNIK3c[/youtube]
Si estas cosas fueran anecdóticas no tendrían justificación para comprar Pegasus... pero esto no es una anécdota, inisto, esto es fin de semana sí fin de semana también.
Esto sumado a que no somos autocríticos y vemos estas cosas y miramos para otro lado (y eso quien no las aplaude) en vez de echarle la peta a estos y rechazar estos comportamientos, pues la ecuación acaba en Pegasus y probablemente acabamos pagando más los que sin ser unos macarras podemos cometer en un momento dado pequeñas infracciones, que los que hacen barbaridades como si fueran por un circuito, jugando con la vida de los demás.