Exacto, el motor está preparado para trabajar en un rango más amplio de temperaturas, lo que soluciona de dos formas: mayores tolerancias para dar juego a las distintas dilataciones sin comerte el material rápidamente, con lo que se sacrificará rendimiento, o bien se acortan sensiblemente los intervalos de mantenimiento y sustitución de piezas clave del motor... o se dejan los billetes en materiales mejores, que permiten ajustar más las tolerancias y mayor rendimiento.
Al refrigerar con radiador y termostato (da igual que el radiador sea de agua, de aceite o de whisky de malta de 18 años), el motor trabaja a una temperatura bastante constante, así que se puede hilar más fino con las tolerancias y trabajar con la premisa de que aún exigiéndole, el sistema podrá disipar ese calor generado, no hay que dejar un gran margen de seguridad para cuando la moto circule a 40ºC a la sombra callejeando en la ciudad (cosa que si hay que hacer con una refrigerada por aire).
¿Vas a usar la moto para estar de repartidor o similar? El inconveniente que le veo a una refrigeración líquida para una empresa de reparto, es que no puedes confiar en que se controle bien el estado del vehículo, que puedes tener una fuga tonta de refrigerante en verano, que se evapora sin dejar charco, y morirse la moto en cuestión de días. Con una refrigerada por aire, no hay ese riesgo. Si realmente la moto es tuya y no de una empresa X, está claro que la vas a estar cuidando regularmente por la cuenta que te trae, así que podrías irte a una de refrigeración líquida, que te ayudará en verano dentro de la ciudad.
Si cuidas la moto, la tratas bien, no le achuchas en frío y le haces buen mantenimiento, no tienes porque tener problemas por usarla en ciudad, que para eso se han diseñado la mayorías de scooters. Si acaso, cómo consejo, si no vas a usarla en carretera o circunvalaciones, las motos de rueda pequeña son más cortas y giran más que las de rueda alta.