LeDrof
Well-Known Member
Buenas a todos y marche una ronda de mi cuenta
A modo introductorio, para los que no lleven mucho leyendo en el foro, aclaro que monto una motillo chinorris a diario para ir y volver al curro (30km + 30km) de carretera con un puerto entre medias. Llevo más de un año haciéndome el recorrido tanto de día cómo de noche, y además la mitad del tiempo o más ha estado (y sigue) en obras la carretera, con lo que nunca sabes lo que te vas a encontrar. He pillado vientos realmente fuertes y el temporal Gloria en todo su esplendor. Casi todas las noches consulto el parte meteorológico para calcular tiempo y equipación que necesitaré al día siguiente. Para mañana dan lluvias y estoy mentalizado, pero esta mañana...
Un poco antes de medio trayecto, sobre las seis menos veinte de la madrugada, subiendo unas curvas que remontan hasta una planicie larga (cómo una meseta de varios km antes de llegar al puerto) me preparo para bajar de marcha a 4ª, que la moto se va quedando sin aceleración, y cómo veo que la neblina se espesa, me preparo a la vez para bajar de velocidad si va a más. Pues cuando llego a la parte alta después de las curvas, dónde el pendiente se suaviza y entro en una recta larga, me meto en la jodida niebla más espesa que he visto en mi vida. Hasta el punto que tras medio km y cada vez con menos visibilidad (de 40m paso a escasos 8-10m), decido parar en el arcén con el intermitente puesto. No puedo ver apenas ni las líneas blancas del asfalto, me guío literalmente por lo catadióptricos del quitamiedos. Y me planteo lo que nunca: dar media vuelta y volver a casa por el riesgo que supone para mi vida seguir en esa carretera. Los coches que vienen de frente no se ven hasta tenerlos a 25m, a pesar de que llevan encendidas las luces.
Subo la pantalla, me quito las gafas y tomo aire unos 5 segundos. Me pasa por el lado un coche y veo que el tráfico va tan lento cómo debe ir en esta situación, que es lo que más me preocupa, que pueda venir un cagaprisas mañanero y me de tras-tras por detrás. Sabiendo que me conozco cada curva del trayecto, y que lo peor de las obras ya está terminado, decido seguir (tampoco puedo hacer un cambio de sentido en ese lugar y sin ver un pimiento).
Cómo el coche que me acaba de pasar va muy lento, mientras que yo puedo ir más rápido porque estoy guiado por su luz trasera antiniebla, en seguida lo alcanzo. Tenemos ambos un "susto" cuando aparece la rotonda de golpe ante nosotros (farolas apagadas, por supuesto). Con esa velocidad tan extraña, los dos conductores hemos perdido la noción de la distancia recorrida en la recta, y cuando un coche ha aparecido en sentido contrario girando para salir de la rotonda, el coche de delante mío frena con más intensidad de lo deseable, y a su vez yo voy más pegado de lo normal para mantenerlo dentro de mi escaso campo visual. Pero no pasa nada más allá del sobresalto.
Seguimos adelante, y cómo la niebla parece que se ablanda un poco, y con el coche que nos acabamos de cruzar he podido "calibrar" la distacia que tengo hasta ver un coche de frente, decido adelantar. Adelanto fácil y rápido, pues es el lugar perfecto en muchos sentidos. Le meto un poco más de gas porque se que no llevamos a nadie delante, me conozco bien la curva y tanto carril cómo arcén son lo bastante anchos en ambos sentidos para poder esquivar si hay sorpresa. El coche que ahora llevo detrás me sigue. Llegamos a la siguiente rotonda, que si tiene una falola cerca que nos ilumina una de las vías que interseccionan en ella, y la niebla, aún que muy espesa, se convierte en niebla llorona (me cae el agua a chorretones por la cara, pues se me está condensando contra la pantalla que llevo abierta y contra la piel de la cara), con lo que los haces de luz de mis luces y los vehículos que vienen de frente se ven algo mejor. Salgo del carril de vehículos lentos al llegar a la cima del puerto, conduciendo "de memoria", y empezamos la larga bajada.
Aquí es dónde suelo hacer los "top speed" de la moto, pues es una bajada prolongada y con una recta de más de un km en la parte final. En vez de ir a 100km reales cómo los otros días, no llego ni a 80. Llegando ya a la base de la cuesta, la visibilidad mejora a niveles de niebla "normal" hasta llegar al curro. Aparco en la acera al lado de la puerta, y se me acerca una chica que trabaja también en la empresa: "¿Eras tu el de la moto? Daba miedo esta niebla." O sea que sin saberlo, ibamos dos compañeros ayudándonos simbióticamente.
.....
Cómo reflexión: la mejora de la iluminación de la moto, cambiando incandescenes po LED de más potencia, me ha permitido tener una visibilidad suficiente con las luces cortas (las largas con niebla sólo consiguen auto-deslumbrar), y a la vez ser visto con más antelación (también mejoré las luces de posición). Con las luces de serie creo que hubiera seguido por el arcén hasta la siguiente rotonda o entrada de camino, no se si para dar la vuelta o directamente esperar una mejora meteorológica.
Por otro lado, el haber hecho equipo con el coche de la compañera (aún sin ninguna comunicación, cada uno tomó un rol de seguridad), yo abriendo caminino y alertando de nuestra presencia a los conductores contrarios, y ella haciendo de barrera física y dando mayor notoriedad a nuestra presencia para los posibles conductores que nos alcanzaran desde detrás (que fueron 0, supongo que irían más lentos incluso que nosotros), ambos ganamos en seguridad objetiva (por los motivos descritos) y, muy importante bajo una situación tan tensa, en una mejor seguridad subjetiva (autocofianza).
También creo que yo tenía mejor visibilidad en la moto, con casco abierto y sin gafas, que de la que hubiese tenido en la misma situación, de haber estado conduciendo un coche. Claro que ante el elevado riesgo de alcance en tales circunstacias, de haberse producido accidente, sería más beneficioso estar dentro de un coche.
Me animo a contarlo por si a alguien le sirve cómo ejemplo de cómo hacer una conducción defensiva en casos más extremos, y también por si hay sugerencias de cómo haber resuelto mejor esa situación.
Gracias por leer y perdón por el tocho-post
A modo introductorio, para los que no lleven mucho leyendo en el foro, aclaro que monto una motillo chinorris a diario para ir y volver al curro (30km + 30km) de carretera con un puerto entre medias. Llevo más de un año haciéndome el recorrido tanto de día cómo de noche, y además la mitad del tiempo o más ha estado (y sigue) en obras la carretera, con lo que nunca sabes lo que te vas a encontrar. He pillado vientos realmente fuertes y el temporal Gloria en todo su esplendor. Casi todas las noches consulto el parte meteorológico para calcular tiempo y equipación que necesitaré al día siguiente. Para mañana dan lluvias y estoy mentalizado, pero esta mañana...
Un poco antes de medio trayecto, sobre las seis menos veinte de la madrugada, subiendo unas curvas que remontan hasta una planicie larga (cómo una meseta de varios km antes de llegar al puerto) me preparo para bajar de marcha a 4ª, que la moto se va quedando sin aceleración, y cómo veo que la neblina se espesa, me preparo a la vez para bajar de velocidad si va a más. Pues cuando llego a la parte alta después de las curvas, dónde el pendiente se suaviza y entro en una recta larga, me meto en la jodida niebla más espesa que he visto en mi vida. Hasta el punto que tras medio km y cada vez con menos visibilidad (de 40m paso a escasos 8-10m), decido parar en el arcén con el intermitente puesto. No puedo ver apenas ni las líneas blancas del asfalto, me guío literalmente por lo catadióptricos del quitamiedos. Y me planteo lo que nunca: dar media vuelta y volver a casa por el riesgo que supone para mi vida seguir en esa carretera. Los coches que vienen de frente no se ven hasta tenerlos a 25m, a pesar de que llevan encendidas las luces.
Subo la pantalla, me quito las gafas y tomo aire unos 5 segundos. Me pasa por el lado un coche y veo que el tráfico va tan lento cómo debe ir en esta situación, que es lo que más me preocupa, que pueda venir un cagaprisas mañanero y me de tras-tras por detrás. Sabiendo que me conozco cada curva del trayecto, y que lo peor de las obras ya está terminado, decido seguir (tampoco puedo hacer un cambio de sentido en ese lugar y sin ver un pimiento).
Cómo el coche que me acaba de pasar va muy lento, mientras que yo puedo ir más rápido porque estoy guiado por su luz trasera antiniebla, en seguida lo alcanzo. Tenemos ambos un "susto" cuando aparece la rotonda de golpe ante nosotros (farolas apagadas, por supuesto). Con esa velocidad tan extraña, los dos conductores hemos perdido la noción de la distancia recorrida en la recta, y cuando un coche ha aparecido en sentido contrario girando para salir de la rotonda, el coche de delante mío frena con más intensidad de lo deseable, y a su vez yo voy más pegado de lo normal para mantenerlo dentro de mi escaso campo visual. Pero no pasa nada más allá del sobresalto.
Seguimos adelante, y cómo la niebla parece que se ablanda un poco, y con el coche que nos acabamos de cruzar he podido "calibrar" la distacia que tengo hasta ver un coche de frente, decido adelantar. Adelanto fácil y rápido, pues es el lugar perfecto en muchos sentidos. Le meto un poco más de gas porque se que no llevamos a nadie delante, me conozco bien la curva y tanto carril cómo arcén son lo bastante anchos en ambos sentidos para poder esquivar si hay sorpresa. El coche que ahora llevo detrás me sigue. Llegamos a la siguiente rotonda, que si tiene una falola cerca que nos ilumina una de las vías que interseccionan en ella, y la niebla, aún que muy espesa, se convierte en niebla llorona (me cae el agua a chorretones por la cara, pues se me está condensando contra la pantalla que llevo abierta y contra la piel de la cara), con lo que los haces de luz de mis luces y los vehículos que vienen de frente se ven algo mejor. Salgo del carril de vehículos lentos al llegar a la cima del puerto, conduciendo "de memoria", y empezamos la larga bajada.
Aquí es dónde suelo hacer los "top speed" de la moto, pues es una bajada prolongada y con una recta de más de un km en la parte final. En vez de ir a 100km reales cómo los otros días, no llego ni a 80. Llegando ya a la base de la cuesta, la visibilidad mejora a niveles de niebla "normal" hasta llegar al curro. Aparco en la acera al lado de la puerta, y se me acerca una chica que trabaja también en la empresa: "¿Eras tu el de la moto? Daba miedo esta niebla." O sea que sin saberlo, ibamos dos compañeros ayudándonos simbióticamente.
.....
Cómo reflexión: la mejora de la iluminación de la moto, cambiando incandescenes po LED de más potencia, me ha permitido tener una visibilidad suficiente con las luces cortas (las largas con niebla sólo consiguen auto-deslumbrar), y a la vez ser visto con más antelación (también mejoré las luces de posición). Con las luces de serie creo que hubiera seguido por el arcén hasta la siguiente rotonda o entrada de camino, no se si para dar la vuelta o directamente esperar una mejora meteorológica.
Por otro lado, el haber hecho equipo con el coche de la compañera (aún sin ninguna comunicación, cada uno tomó un rol de seguridad), yo abriendo caminino y alertando de nuestra presencia a los conductores contrarios, y ella haciendo de barrera física y dando mayor notoriedad a nuestra presencia para los posibles conductores que nos alcanzaran desde detrás (que fueron 0, supongo que irían más lentos incluso que nosotros), ambos ganamos en seguridad objetiva (por los motivos descritos) y, muy importante bajo una situación tan tensa, en una mejor seguridad subjetiva (autocofianza).
También creo que yo tenía mejor visibilidad en la moto, con casco abierto y sin gafas, que de la que hubiese tenido en la misma situación, de haber estado conduciendo un coche. Claro que ante el elevado riesgo de alcance en tales circunstacias, de haberse producido accidente, sería más beneficioso estar dentro de un coche.
Me animo a contarlo por si a alguien le sirve cómo ejemplo de cómo hacer una conducción defensiva en casos más extremos, y también por si hay sugerencias de cómo haber resuelto mejor esa situación.
Gracias por leer y perdón por el tocho-post
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