A Fernando Retor Rieju le fabricó un depósito de aluminio de 11 litros para la Marathon Pro, pero claro, también le cedía la moto.
Para el resto de mortales no queda otra que acudir a la industria auxiliar para que fabriquen un depósito más grande a medida o, como te han dicho, llevar un bidón de gasolina suplementario.
Es lo que tiene la herencia del enduro, el depósito de gasolina es de una capacidad raquítica.