OLGA
New Member
Hola a tod@s:
Por fin me he decidido a participar en este foro y lo primero de todo es presentarme.
Me encantan las motos desde hace un montón de años pero hasta hace 2 no fue posible tener mi primera moto una Daystar, fue amor a primera vista, de segunda mano, personalizada, en cuanto la vimos, la compramos en el mismo día, pero fue un sufrimiento. Cada vez que la cogía me caía en algún momento de la ruta, era imposible controlarla, porque por mi estatura llegaba con las puntas de los pies al suelo y pesaba muchísimo. Aún así seguía cogiéndola porque para mi es una pasión. Tras una caída sin consecuencias aunque peligrosa en una rotonda me plantee que yo tenía que disfrutar de mi moto y no sufrir, así es que ni corta ni perezosa me informe de que moto era la más adecuada para mi y conseguí a mi niña, una Kawasaki Eliminator, una preciosidad con la que disfruto todos los días y el día que, por algún motivo, no puedo cogerla es como si me faltara algo.
La Daystar sigue con nosotros, es la moto de mi marido. Cuando salimos juntos en moto es un subidón.
Bueno después del tostón sólo me queda deciros que aquí está una apasionada más de las motos.
Saludos.
Por fin me he decidido a participar en este foro y lo primero de todo es presentarme.
Me encantan las motos desde hace un montón de años pero hasta hace 2 no fue posible tener mi primera moto una Daystar, fue amor a primera vista, de segunda mano, personalizada, en cuanto la vimos, la compramos en el mismo día, pero fue un sufrimiento. Cada vez que la cogía me caía en algún momento de la ruta, era imposible controlarla, porque por mi estatura llegaba con las puntas de los pies al suelo y pesaba muchísimo. Aún así seguía cogiéndola porque para mi es una pasión. Tras una caída sin consecuencias aunque peligrosa en una rotonda me plantee que yo tenía que disfrutar de mi moto y no sufrir, así es que ni corta ni perezosa me informe de que moto era la más adecuada para mi y conseguí a mi niña, una Kawasaki Eliminator, una preciosidad con la que disfruto todos los días y el día que, por algún motivo, no puedo cogerla es como si me faltara algo.
La Daystar sigue con nosotros, es la moto de mi marido. Cuando salimos juntos en moto es un subidón.
Bueno después del tostón sólo me queda deciros que aquí está una apasionada más de las motos.
Saludos.