Lo cierto es que me imagino yo con una moto algo mayor y mi hijo con la TNT, pero también es cierto que me da miedo, y no será una decisión que tome solo. Faltan unos años, quizás el ni siquiera se lo plantee o no le guste o le de miedo también y no haya dilema.
Mira, a mi padre siempre le ha jodido que a sus hijos, mis dos hermanos y yo, les gustasen las motos, por el peligro que conllevan, cosa totalmente cierta.
Fíjate qué ironía, alguien que va en moto toda la vida y que no concibe que las personas que más quiere en este mundo monten en ese peligro con ruedas.
Pero claro, creces, te sacas el carnet, convalidas y al tiempo te sacas el A2 y el hombre se dio cuenta de que ese temor era como ponerle puertas al campo e hizo lo que creo que más nos ha ayudado a lo largo de los años, los consejillos, rollo hinca las rodillas al depósito, apóyate en las estriberas que están para algo, las motos también frenan no solo es correr y mi favorita, sigue la trazada de las ruedas de los coches, tendrás más agarre.
Comprendió que lo mejor que podía hacer en lugar de preocuparse era enseñarnos, darnos algunas nociones muy básicas para que, el día que nos encontremos alguna cosa en carretera, tengamos unos mínimos.
Siempre me dice que haga algún curso de conducción segura, a ver si saco tiempo porque lo veo algo muy necesario y casi obligatorio.
No soy madre, por lo que no puedo imaginarme la angustia que deben de dar los peligros que hay en la carretera para un hijo.
Pero si se lo que es preocuparse por un ser querido, quizás el día de mañana, si tu hijo al final te pide moto y te veas en esa tesitura apuntaos a un curso de conducción, posiblemente sea uno de los recuerdos más bonitos que pueda tener contigo.
Perdón por el minitocho.