Me compré la moto al volver de la mili, con el dinero que había recogido de mi primer trabajo. Después llegó el coche, la novia (ahora mi mujer), el piso... y al final se quedó aparcada.
Pero con el tiempo, le compré una de cross a mi hijo y empezó a picarme el gusanillo. Qué bien salir los dos juntos! Mi hijo empezó a insistirme en que la pusiera en marcha y, al final, le hice caso.
Tengo un amigo que es un manitas y él me ayudó a ponerla otra vez en circulación. Tuvimos que cambiarle gomas, latiguillos, el aceite de las horquillas, líquido de frenos, y alguna pieza que con el paso del tiempo había dejado de funcionar (radiador, relés...). Lo más complicado de todo fue encontrar las piezas, pero me hice con ellas. Mi amigo también me hizo una bala artesanal que suena que no veas. Y para ultimar, como capricho particular, localizé el guardabarros delantero de una C10.
Finalmente decidimos que, aunque negra era genial, conforme está ahora iba a ser inédita y mucho más original. Así que, mano a mano con mi mujer (diseñadora gráfica) ideamos el nuevo modelo "limited edition" de mi C12R. Y ahora la vuelvo a disfrutar como cuando tenía 18 años. Las mismas sensaciones. La satisfacción de volverla a ver en marcha. ¡Uff!
Quizá en alguna otra ocasión suba un video del año pasado de mi hijo conduciendo mi moto (y yo detrás, naturalmente).
Mi próxima aventura, pintarme el casco.
Un saludo, foreros.