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Circular en moto no es ningún juego y hay que estar atentos y 'con mil ojos' cada vez que te subes a una de ellas. En esta ocasión te proponemos una serie de consejos y recomendaciones para que te puedas adelantar a los imprevistos con los que un motero se encuentra en su día a día.
Según una célebre cita de Aristóteles, "somos lo que hacemos cada día, de modo que la excelencia no es un acto, sino un hábito". Por tanto, si adquieres buenos hábitos al conducir una moto, siempre estarás mejor pertrechado para enfrentarte a la jungla diaria del asfalto. Muchas de las ideas que te proponemos te resultarán obvias, las darás por descontado, aunque quizá no te habías parado a pensar en ellas lo suficiente. Por otro lado, es posible que descubras nuevas estrategias. Y seguro que puedes aportar varias decenas más de consejos que has desarrollado mediante la experiencia o, simplemente, por sentido común. Lo importante es ponerlo en práctica y compartirlo con los que te rodean, porque los demás siempre te pueden aportar algo nuevo.
Peligro, rotonda
Y no sólo hablo de "el último paga" que rige su "código de circulación", sino de los restos de combustible en su trazada, sobre todo en aquéllas que están próximas a una gasolinera o la suciedad en la trazada de su carril exterior. Las rotondas, cuanto más rectas las traces en moto, mejor.
Adelantamientos por la derecha
En carretera ni hablar. Cuando el pesado de turno "vive" en el carril izquierdo de la autovía, piensa que nada más comenzar a rebasarlo por la derecha es muy probable "que se haya cansado" y quiera cambiar de carril y sin indicarlo con los intermitentes, ¡cómo no! En ciudad, si hay una desviación hacia la derecha, entrada a una gasolinera, etc., nunca emprendas esta maniobra.
Adelantando coches en atascos
Fundamentalmente circulando entre coches, lo mejor es mirar la rueda delantera de los que te preceden. Son el mejor aviso de la maniobra que van a realizar. También funciona muy bien ver la actitud del propio conductor: si mira hacia un lado, si gira el volante... Así podrás anticipar sus movimientos esa fracción de tiempo que es oro.
Nunca autobuses y camiones
Circulando en tráfico congestionado, ni lo intentes cuando sea entre coche-autobús (camión), y ni te digo entre autobús/autobús. El mínimo movimiento de volante "te cazará", pues no tendrás tiempo de reacción para "salir de allí".
Sólo hay espacio para uno
Según el principio de Pauli, dos cuerpos no pueden ocupar, a la vez, el mismo espacio al mismo tiempo. Cuando quieres cambiar de carril, puede que otro vehículo haya tenido la misma idea que tú en el mismo instante. Cuando ejecutas este tipo de acciones, ten siempre preparado un plan B.
Mira lejos
Si levantas la mirada y te fijas en lo que ocurre en el tráfico varios coches a partir del que llevas delante, serás capaz de anticipar sucesos que, en otro caso, serían inmediatos e inesperados, dejándote sin capacidad de reacción. Lo que ya no puedes cambiar es lo que tienes justo a dos pasos de tus narices.
Animales sueltos
Pueden cruzar cuando menos te lo esperas. No te fíes de ese rebaño que pasta tranquilamente, porque alguno de sus miembros puede querer ver tu moto más de cerca.
Espera lo inesperado
Muchas sorpresas que rondan por la calle o el campo acaban en la carretera. Numéralas tu mismo: bolsas de plástico, animales muertos, tapacubos de coches, restos de neumáticos de camiones... Los neumáticos recauchutados hacen furor, fundamentalmente en verano. Intenta circular el menor tiempo posible detrás de camiones de gran tonelaje en carretera para evitar ver estos pedazos demasiado cerca de ti. Siempre ojo avizor.
Vigila las puertas de los coches en doble fila
A ver si te crees que te va a tener en cuenta el que tiene prisa por haber aparcado en doble fila y sale a toda pastilla del coche. En cruces o semáforos en rojo no es anormal que alguien que ha hecho de "taxista" deje a su compañero allí mismo. Siempre alerta máxima.
Prioridad en cruces
No todo el mundo tiene asumido que el de la derecha tiene preferencia. Te puedes llevar un enorme susto. No bajes la guardia.
Las primeras gotas en el casco
La lluvia es más peligrosa cuando comienzan a caer las primeras gotas que cuando todo está totalmente mojado. Es prácticamente imposible saber el nivel de agarre del asfalto en ese momento. La única solución es una máxima concentración, estar atento y mucha, mucha suavidad. Marchas largas y mantente lejos de las rayas.
El viento, mal enemigo
Ten una cosa en mente. El viento siempre es más fuerte que tú. Lo único que puedes hacer es contrarrestar su efecto haciendo fuerza en el manillar y en las estriberas. Hay que estar siempre alerta a las ráfagas que provocan los vehículos y camiones que vienen por el carril contrario o los que adelantemos en nuestro camino (o cuando somos adelantados). En curvas, da menos gas y carga más peso en la rueda delantera. Y ten en cuenta que te cansarás antes.
Taxis no
Los taxis, cuanto más lejos, mejor. Alguien que llama de repente, una brusca desviación por una indicación en el último momento del cliente, una larga jornada de trabajo al volante...
Abrir sin mirar en los atascos
Las puertas de los coches estacionados o parados en caravana se pueden abrir en el momento más inesperado. El que abre no va a pensar que va a pasar una moto a su lado justo en ese momento.
Humedad y hielo
Las placas de hielo en invierno o la simple humedad son malos acompañantes en ciudad o en ruta y pueden estar al acecho tras cualquier esquina o curva. Desgraciadamente, pocas motos instalan indicador de temperatura exterior, aunque el mejor termómetro es tu cuerpo. La solución: moto recta y nada de freno. Es mejor un pelo de acelerador que la retención al cortar gas.
Marcas de neumático
Esas manchas negras de neumáticos que encuentras de repente en el asfalto anuncian un bache o badén en el asfalto. Si están frente a una curva, te avisan que puede tener un trazado peligroso.
Si parece que desliza, lo hará
¿Qué es eso que se ve de distinto color sobre el asfalto? Un parche, barro, mancha de combustible... O quizá no es nada. Mejor prevenir y reducir que pasar como si nada.
Fuente: http://www.formulamoto.es/seguridad/2013/04/16/consejos-anticiparte-imprevistos-vas-moto/6601.html
Según una célebre cita de Aristóteles, "somos lo que hacemos cada día, de modo que la excelencia no es un acto, sino un hábito". Por tanto, si adquieres buenos hábitos al conducir una moto, siempre estarás mejor pertrechado para enfrentarte a la jungla diaria del asfalto. Muchas de las ideas que te proponemos te resultarán obvias, las darás por descontado, aunque quizá no te habías parado a pensar en ellas lo suficiente. Por otro lado, es posible que descubras nuevas estrategias. Y seguro que puedes aportar varias decenas más de consejos que has desarrollado mediante la experiencia o, simplemente, por sentido común. Lo importante es ponerlo en práctica y compartirlo con los que te rodean, porque los demás siempre te pueden aportar algo nuevo.
Peligro, rotonda
Y no sólo hablo de "el último paga" que rige su "código de circulación", sino de los restos de combustible en su trazada, sobre todo en aquéllas que están próximas a una gasolinera o la suciedad en la trazada de su carril exterior. Las rotondas, cuanto más rectas las traces en moto, mejor.
Adelantamientos por la derecha
En carretera ni hablar. Cuando el pesado de turno "vive" en el carril izquierdo de la autovía, piensa que nada más comenzar a rebasarlo por la derecha es muy probable "que se haya cansado" y quiera cambiar de carril y sin indicarlo con los intermitentes, ¡cómo no! En ciudad, si hay una desviación hacia la derecha, entrada a una gasolinera, etc., nunca emprendas esta maniobra.
Adelantando coches en atascos
Fundamentalmente circulando entre coches, lo mejor es mirar la rueda delantera de los que te preceden. Son el mejor aviso de la maniobra que van a realizar. También funciona muy bien ver la actitud del propio conductor: si mira hacia un lado, si gira el volante... Así podrás anticipar sus movimientos esa fracción de tiempo que es oro.
Nunca autobuses y camiones
Circulando en tráfico congestionado, ni lo intentes cuando sea entre coche-autobús (camión), y ni te digo entre autobús/autobús. El mínimo movimiento de volante "te cazará", pues no tendrás tiempo de reacción para "salir de allí".
Sólo hay espacio para uno
Según el principio de Pauli, dos cuerpos no pueden ocupar, a la vez, el mismo espacio al mismo tiempo. Cuando quieres cambiar de carril, puede que otro vehículo haya tenido la misma idea que tú en el mismo instante. Cuando ejecutas este tipo de acciones, ten siempre preparado un plan B.
Mira lejos
Si levantas la mirada y te fijas en lo que ocurre en el tráfico varios coches a partir del que llevas delante, serás capaz de anticipar sucesos que, en otro caso, serían inmediatos e inesperados, dejándote sin capacidad de reacción. Lo que ya no puedes cambiar es lo que tienes justo a dos pasos de tus narices.
Animales sueltos
Pueden cruzar cuando menos te lo esperas. No te fíes de ese rebaño que pasta tranquilamente, porque alguno de sus miembros puede querer ver tu moto más de cerca.
Espera lo inesperado
Muchas sorpresas que rondan por la calle o el campo acaban en la carretera. Numéralas tu mismo: bolsas de plástico, animales muertos, tapacubos de coches, restos de neumáticos de camiones... Los neumáticos recauchutados hacen furor, fundamentalmente en verano. Intenta circular el menor tiempo posible detrás de camiones de gran tonelaje en carretera para evitar ver estos pedazos demasiado cerca de ti. Siempre ojo avizor.
Vigila las puertas de los coches en doble fila
A ver si te crees que te va a tener en cuenta el que tiene prisa por haber aparcado en doble fila y sale a toda pastilla del coche. En cruces o semáforos en rojo no es anormal que alguien que ha hecho de "taxista" deje a su compañero allí mismo. Siempre alerta máxima.
Prioridad en cruces
No todo el mundo tiene asumido que el de la derecha tiene preferencia. Te puedes llevar un enorme susto. No bajes la guardia.
Las primeras gotas en el casco
La lluvia es más peligrosa cuando comienzan a caer las primeras gotas que cuando todo está totalmente mojado. Es prácticamente imposible saber el nivel de agarre del asfalto en ese momento. La única solución es una máxima concentración, estar atento y mucha, mucha suavidad. Marchas largas y mantente lejos de las rayas.
El viento, mal enemigo
Ten una cosa en mente. El viento siempre es más fuerte que tú. Lo único que puedes hacer es contrarrestar su efecto haciendo fuerza en el manillar y en las estriberas. Hay que estar siempre alerta a las ráfagas que provocan los vehículos y camiones que vienen por el carril contrario o los que adelantemos en nuestro camino (o cuando somos adelantados). En curvas, da menos gas y carga más peso en la rueda delantera. Y ten en cuenta que te cansarás antes.
Taxis no
Los taxis, cuanto más lejos, mejor. Alguien que llama de repente, una brusca desviación por una indicación en el último momento del cliente, una larga jornada de trabajo al volante...
Abrir sin mirar en los atascos
Las puertas de los coches estacionados o parados en caravana se pueden abrir en el momento más inesperado. El que abre no va a pensar que va a pasar una moto a su lado justo en ese momento.
Humedad y hielo
Las placas de hielo en invierno o la simple humedad son malos acompañantes en ciudad o en ruta y pueden estar al acecho tras cualquier esquina o curva. Desgraciadamente, pocas motos instalan indicador de temperatura exterior, aunque el mejor termómetro es tu cuerpo. La solución: moto recta y nada de freno. Es mejor un pelo de acelerador que la retención al cortar gas.
Marcas de neumático
Esas manchas negras de neumáticos que encuentras de repente en el asfalto anuncian un bache o badén en el asfalto. Si están frente a una curva, te avisan que puede tener un trazado peligroso.
Si parece que desliza, lo hará
¿Qué es eso que se ve de distinto color sobre el asfalto? Un parche, barro, mancha de combustible... O quizá no es nada. Mejor prevenir y reducir que pasar como si nada.
Fuente: http://www.formulamoto.es/seguridad/2013/04/16/consejos-anticiparte-imprevistos-vas-moto/6601.html