Ahhhh pero ya sabes. . . el crecimiento personal. . . la cultura de poder con todo lo que te propongas . . . el límite está en tu mente. . . etcétera, etcétera, etcétera.
La peculiaridad de las plataformas online es que han acercado a casi cualquier persona la posibilidad de ser un personaje público. Pero debe ser muy difícil lidiar con esa pérdida de privacidad, con la posibilidad de ser cancelado públicamente por algún despiste o comentario impopular, o simplemente por diversión de la comunidad (no sé quien era pero recuerdo un vídeo de una chica a la que se des-suscribieron masivamente por las risas y salía llorando diciendo que "no quería trabajar". Probablemente no quería un trabajo distinto a lo que fuese que hiciera, y ¿qué pasó con ella?¿depresión?¿psicólogos? espero que no hiciese nada extremo en consecuencia).
Por otro lado está la dificultad de "vivir de esto". Hay algunos ejemplos muy conocidos en el mundo motero, pero también me viene a la mente la hornada de creadores de contenido que creo que empezaron haciendo "stream" de videojuegos. Quizá la novedad les favoreció, y ahora hay otros streamers o youtubers buenísimos que son injustamente comparados con los que impulsaron este ámbito y son juzgados como "imitadores" (que habrá algunos que lo sean, otros quizá solo han seguido la línea de alguien que les ha inspirado y a quien admiran).
También me suena que algunos tuvieron temas psicológicos de gravedad porque su personalidad se difuminaba con su personaje.
Bueno, y cómo no. . . hay algunos que tienen muchísimos seguidores porque son polémicos, buscan la confrontación, y la controversia. Y no es casualidad que tengan millones de seguidores, porque a mucha gente le gustan esos follones, porque los apoyen o porque estén en contra de ellos (no recuerdo de quien es la frase, pero era algo así como: no hay mala publicidad, por ejemplo creo que era una marca de ropa interior o de colonias que varios años hizo algún cartel en los límites de lo moral/legal y conseguía que fuese noticia en todos los medios de comunicación masivos).
Supongo que de la mezcla de todo eso y mucho más surge que algunas personas se empecinen en seguir por un camino que quizá a corto plazo parece que funciona, pero desde fuera empiezan a verse indicios de catástrofe a medio o largo plazo. Y entonces "se les acaba el chollo", y no es que no puedan trabajar en otra cosa, es que cuando nos acomodamos y acostumbramos "a lo bueno", es mucho más difícil volver a lo convencional. Supongo que trabajar de lo que te gusta en unos horarios a tu gusto será más satisfactorio que trabajar en algo que no te apasiona, en un horario impuesto, con el miedo a perder el trabajo porque estás endeudado (que los otros también pueden estar endeudados pero por lo menos trabajan de lo que les gusta).
Por cierto, que yo pienso que los creadores de contenido sí trabajan, supongo que el ámbito principal es el entretenimiento, aunque también haya creadores técnicos que te enseñan a configurar un teléfono o a arreglar una lavadora. La cuestión es cómo gestionen ese trabajo, y el frágil equilibrio entre conseguir contratos con empresas y "no ser un vendido" (porque todos queremos contenido GRATIS y DE CALIDAD, pero el creador intenta vivir de ello), seguir haciendo lo de siempre y también innovar ("uy este cómo ha cambiado, cancelado", "uy este hace lo de siempre, cancelado"). Yo por ejemplo creo que no serviría para ser creador de contenido como medio de vida. Quizá podría hacer vídeos por hobby, y que gustasen y dedicar mi tiempo libre a eso, pero no depender económicamente de ello (si hay ingresos extra bienvenidos, claro).