Me parece interesante el debate sobre la volatilidad de las ocupaciones de entretenimiento.
Las habilidades desarrolladas probablemente tengan que ver con el diseño, el marketing, el ámbito audiovisual y aquellos que no generen una identidad o marca propia probablemente se reciclen en otros trabajos donde sean apreciadas esas habilidades.
Por otro lado también tiene relación con la gestión que hagan de sus ganancias, en particular la inversión en inmuebles o en productos financieros. Mejoras en la calidad de vida como un coche más confortable me parecen lógicas pero no son una inversión, comprarse un coche de lujo puede no ser sostenible a largo plazo.
Entonces pasado el pico de interés generado por estas ocupaciones de entretenimiento, si tienes cierta seguridad financiera que te respalde (alquileres, inversiones, lo más típico) puedes seguir grabando vídeos aunque ya no sea tan rentable porque así sigues haciendo eso que te gusta pero sin depender fuertemente de ello, o puedes dedicarte a gestionar tu patrimonio y el resto del tiempo dedicarte a lo que te apetezca.
Parece que lo de grabar videos es súper sencillo, y estoy casi de acuerdo con que cualquiera puede hacerlo, pero es difícil hacerlo bien. Además surge la inevitable situación de ventaja de los que llevan más tiempo en esto, sobre todo porque se han equivocado más veces y mucho antes que los nuevos. Y en determinados ámbitos es difícil innovar y captar la atención del público.