Planea paradas. El cuerpo, en especial el culo y el cuello, lo van a agradecer. Además de parar para "desconectar" un rato el cerebro de tanta carretera, que al final se colapsa y te desconcentras, con los peligros que conlleva eso. En esta época, guardarse una horita larga después de comer para vaguear y echarse un cabezadita bajo un buen árbol es algo a tener muy en cuenta. De paso así evitamos estresarnos de más bajo el calor de mediodía.
Mírate que no te pillen obras ni nada en la ruta que planees. Lo que a mí me gusta es alternar trozos "fáciles" para ganar km rápido, con pequeños tramos de ocio (curvitas o paisajes guapos) para que se haga más ameno. No soy de llevarme bebidas o comida (salvo una botellita de agua de "emergencia") porque parar a tomar algo me parece una excusa excelente para hacer una paradita y descansar.
Equipaje, cuanto menos lleves, más tranquilidad si tienes que apartarte de la moto por X motivo (algo tan simple cómo ir al baño). Llevar un impermeable o ropa que no cale te va a salvar de una lluvia inesperada, o un cambio repentino de temperatura/humedad/viento que te pueden llegar a amargar mucho el viaje. Si hay previsión de lluvias, un par de calcetines y una camiseta secos son gloria bendita. Llevar también un trapo limpio, algo de aceite y unas hojas de periódico que ni pesan ni abultan y que sirven para sacarte de mil apuros. Una bolsa grande de plástico te servirá para improvisar un impermeable para tu equipaje en caso de necesidad.
Dinero en efectivo, hay que llevar algo de suelto entre monedas y algún billete pequeño, que te facilitará la vida para cualquier pequeña compra rápida de víveres o carburante en cualquier lado. Prever un repostaje a medio camino, y llenar para estar tranquilos.
La documentación de la moto, a poder ser dentro de una bolsa estanca: nunca me han parado para pedirme papeles, pero por ley de Murphy, si no la llevo se multiplican las probabilidades de que ese día me paren o tenga un percance.
Tapones para los oídos. Mucha carretera y muchas horas seguidas por separado agradecen protección auditiva, pero combinando ambas circunstancias, es casi un imprescindible (salvo que tu casco sea la polla en verso en cuanto a silencio).
Bueno, y afrontar la aventura con calma, sin una hora fijada para la llegada, y con la moto y el piloto en buena forma.