Feliz noche de domingo a todos!
El domingo pasado, y después de casi 10 años deseando adoptar un dispositivo de felicidad máxima, finalmente di el paso y adquirí el bichillo que os enseño un poquito más abajo; una Honda Varadero de 125 en negro perlado a la que no le puedo quitar los ojos de encima.
Cabe destacar que aunque la teoría la tenía machacadísima, no había montado en una moto en mi vida. Llevaba tres días seguidos soñando con ella y los nervios a flor de piel. La moto estaba en Alcalá de Henares, por lo que me tocó levantarme temprano, llamemos levantar al mero hecho de salir de la cama, porque si os soy sinceros no pude pegar ojo; y salir de Madrid a primera hora de la mañana, en uno de los días más frescos de lo que llevamos de otoño que recuerdo.
Después de tomarme un café con el dueño, firmar el contrato y entregarme toda la documentación, recogemos la moto. Estoy finalmente delante de ella. No me salen las palabras, lo único que pude articular y de forma totalmente involuntaria fue una sonrisa de oreja a oreja que mantuve durante unos cuantos segundos.
Tras unas sencillas indicaciones que se me hicieron eternas, me veo finalmente subido a ella. Miro a la derecha, acto seguido a la izquierda y corroboro lo que ya sabía: es preciosa. Meto la llave en el contacto, la giro, y después de que las comprobaciones hubiesen acabado, pulso el botón de encendido. ¡Se me pusieron los pelos como escarpias!
Las dos horas siguientes fueron muy divertidas. Los nervios habían desaparecido y al poco tiempo me encontraba callejeando por un polígono industrial que acabé aprendiéndome de memoria. Las sensaciones fueron increíbles. Desde que la arranqué estuvimos ella y yo. Solos. Por lo que fui aprendiendo muchas cosas a raíz de mis propios errores. Un poco de olor a quemado provocado por un uso abusivo del embrague, intentar frenar con la maneta izquierda como si de una bici estuviéramos hablando, no cortar el gas del todo mientras reducía de marcha...Hay muchas más como ya sabréis
Después de justo una semana y tras haberle hecho ayer unos cuantos kilómetros de rodaje hoy era el día D. Con la ayuda de dos amiguetes de FC hemos llegado a Madrid en una rutita de unos 60 km. Ahora solo toca disfrutarla....
El domingo pasado, y después de casi 10 años deseando adoptar un dispositivo de felicidad máxima, finalmente di el paso y adquirí el bichillo que os enseño un poquito más abajo; una Honda Varadero de 125 en negro perlado a la que no le puedo quitar los ojos de encima.
Cabe destacar que aunque la teoría la tenía machacadísima, no había montado en una moto en mi vida. Llevaba tres días seguidos soñando con ella y los nervios a flor de piel. La moto estaba en Alcalá de Henares, por lo que me tocó levantarme temprano, llamemos levantar al mero hecho de salir de la cama, porque si os soy sinceros no pude pegar ojo; y salir de Madrid a primera hora de la mañana, en uno de los días más frescos de lo que llevamos de otoño que recuerdo.
Después de tomarme un café con el dueño, firmar el contrato y entregarme toda la documentación, recogemos la moto. Estoy finalmente delante de ella. No me salen las palabras, lo único que pude articular y de forma totalmente involuntaria fue una sonrisa de oreja a oreja que mantuve durante unos cuantos segundos.
Tras unas sencillas indicaciones que se me hicieron eternas, me veo finalmente subido a ella. Miro a la derecha, acto seguido a la izquierda y corroboro lo que ya sabía: es preciosa. Meto la llave en el contacto, la giro, y después de que las comprobaciones hubiesen acabado, pulso el botón de encendido. ¡Se me pusieron los pelos como escarpias!
Las dos horas siguientes fueron muy divertidas. Los nervios habían desaparecido y al poco tiempo me encontraba callejeando por un polígono industrial que acabé aprendiéndome de memoria. Las sensaciones fueron increíbles. Desde que la arranqué estuvimos ella y yo. Solos. Por lo que fui aprendiendo muchas cosas a raíz de mis propios errores. Un poco de olor a quemado provocado por un uso abusivo del embrague, intentar frenar con la maneta izquierda como si de una bici estuviéramos hablando, no cortar el gas del todo mientras reducía de marcha...Hay muchas más como ya sabréis
Después de justo una semana y tras haberle hecho ayer unos cuantos kilómetros de rodaje hoy era el día D. Con la ayuda de dos amiguetes de FC hemos llegado a Madrid en una rutita de unos 60 km. Ahora solo toca disfrutarla....
