Ante, todo, pido disculpas porque hay muchos lugares preciosos por los que pasé y no saqué foto, pero es que no iba de paseo, sino de viaje y de visita, y por tanto, tenía una agenda que cumplir.
Cosas que he aprendido de este viaje:
- No fiarme de Google Maps, porque si no hay nacional, te mete por autovía aunque las tengas excluídas.
- Preparar rutas por carreteras secundarias. Las nacionales tienen mucho tráfico de diario, sobre todo de camiones, y la gente piensa que por tener una moto delante ya pueden hacer gymkanas. Además, así el paseo es mucho más divertido.
- Poco equipaje, el mínimo imprescindible. La moto lo agradecerá y será más ágil.
- Llevar siempre ropa de agua, digan lo que digan los meteorólogos.
- Etapas más pequeñas, y en vez de dormir a salto de mata, donde me toca la noche, tener paradas concertadas en lugares interesantes para visitarlos tras llegar y concertar alojamiento.
Con todo, me ha encantado recorreme la península de cabo a rabo; la variedad de paisajes es increíble, y en primavera es una gozada, porque está verde TODO.
Y sin más dilaciones, las fotos.
Foto de mi burrita, cargada y lista. ¡La aventura espera!
En un pueblo astorgano.
De Tordesillas a Arévalo, desviado por la carretera comarcal de La Seca, porque la vía principal es la A-6.
Un trayecto precioso, entre campos de forraje verdecidos, y una tranquilidad absoluta.
Arévalo, otro soñoliento pueblo de la Meseta. Estos pueblos pequeños castellanos tienen un no sé què que me encanta, quizá sea ese aire soñoliento y melancólico, de un pasado con vida y zagales, ya para siempre desaparecido.
La Moto y La Mota.
La meseta infinita...
Entre la Sierra de Alcaraz y el Campo de Montiel. (aquí me pilló a la vuelta una tormenta atroz, pensé que me quedaba en una cuneta).
Molina de Segura
Valle de Ricote (carretera comarcal de Archena a Cieza)
Tablas de Daimiel.
Trujillo.
El Tajo a su paso por el Monfragüe.
Salto del Gitano en el Monfragüe.
Ponferrada.
Cosas que he aprendido de este viaje:
- No fiarme de Google Maps, porque si no hay nacional, te mete por autovía aunque las tengas excluídas.
- Preparar rutas por carreteras secundarias. Las nacionales tienen mucho tráfico de diario, sobre todo de camiones, y la gente piensa que por tener una moto delante ya pueden hacer gymkanas. Además, así el paseo es mucho más divertido.
- Poco equipaje, el mínimo imprescindible. La moto lo agradecerá y será más ágil.
- Llevar siempre ropa de agua, digan lo que digan los meteorólogos.
- Etapas más pequeñas, y en vez de dormir a salto de mata, donde me toca la noche, tener paradas concertadas en lugares interesantes para visitarlos tras llegar y concertar alojamiento.
Con todo, me ha encantado recorreme la península de cabo a rabo; la variedad de paisajes es increíble, y en primavera es una gozada, porque está verde TODO.
Y sin más dilaciones, las fotos.
Foto de mi burrita, cargada y lista. ¡La aventura espera!

En un pueblo astorgano.

De Tordesillas a Arévalo, desviado por la carretera comarcal de La Seca, porque la vía principal es la A-6.
Un trayecto precioso, entre campos de forraje verdecidos, y una tranquilidad absoluta.

Arévalo, otro soñoliento pueblo de la Meseta. Estos pueblos pequeños castellanos tienen un no sé què que me encanta, quizá sea ese aire soñoliento y melancólico, de un pasado con vida y zagales, ya para siempre desaparecido.

La Moto y La Mota.

La meseta infinita...

Entre la Sierra de Alcaraz y el Campo de Montiel. (aquí me pilló a la vuelta una tormenta atroz, pensé que me quedaba en una cuneta).

Molina de Segura

Valle de Ricote (carretera comarcal de Archena a Cieza)

Tablas de Daimiel.


Trujillo.





El Tajo a su paso por el Monfragüe.

Salto del Gitano en el Monfragüe.

Ponferrada.
